Ser un gran influencer se mide por dos atributos: autenticidad y compromiso. Básicamente, necesitas saber cómo conectarte con tu audiencia de manera eficiente.
Cada influencer tiene un tipo específico de seguidores, personas reales que llegaron allí dando me gusta, aprobando y disfrutando de diferentes tipos de contenido, creados de una manera particular. ¡Y una gran narración separa a los creadores de contenido excelentes de los mediocres!
Los influencers conocen a su público objetivo y definitivamente saben por qué los seguidores siguen regresando. El contenido de un gran influencer debe ser muy enfocado, valioso y confiable. Si toca una gama muy amplia de intereses o temas, parecerá desenfocado, sin opinión ni perspectiva.
Otra gran cosa a tener en cuenta es no vender a tu audiencia. El respeto que tienes por tus seguidores debe traducirse en colaborar con marcas en las que confías, que realmente recomendarías. Al promocionar un producto solo por el valor financiero que te brinda, corres el riesgo de perder a las personas que aprecian tus publicaciones.
Otro aspecto importante es apoyarse en seguidores orgánicos. ¡Nunca compres seguidores para tu página! Tu tasa de interacción será irrelevante y tu página se volverá inútil.
Si te consideras un verdadero influencer, recibir pagos a través de colaboraciones debería ser pan comido. Las marcas buscan influencers que tengan una interacción real, contenido auténtico y publicaciones creativas.